Fotografías en Trocadero, Puerto Real

Era una tarde nublosa como otra cualquiera con mi cámara en mano, cuando de repente una inspiración llegó a mi mente. Fotografías en una mayor cercanía sobre un tema el cual no había tocado aún, fotos a windsurfistas en plena acción.

El día se presentaba ideal para una sesión como tal, y los navegantes se disponían a dominar el mar turbulento con un viento de ligera fuerza.

En el momento de la preparación me dispuse a captar momentos concretos que relatasen la concentración y el cuidado a la hora de tener listos los equipos.

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Sur en Valdelagrana 14-03-2018

Inesperada sesión épica

La verdad es que para ser miércoles aquello se puso como las rebajas de enero! No sé si será porque se corrió la voz de las condiciones tan increíbles que se vieron durante el fin de semana pasado (que merecen una entrada por sí solas) o simplemente fue casualidad, pero el ambientazo que había y la apabullante mayoría de windsurfistas comparado con kitesurfistas marcan lo que para mí está clarísimo, y es que el windsurf está resurgiendo de sus cenizas!

Ale Martín, Piero (entrañable Piero), tito Miguel, Manolo y yo llegamos de los primeritos, cuando todavía nadie tenía muy claro qué montar; Ale Martín sacó su anemómetro guays y midió 22-24 nudos en la orilla, así que pa’entro con la Combat 5.4 del 2005 (que aunque sea de ‘olas’ con el palo que la monto (un constant curve RDM) parece casi una freerace) y mi querida filomena, una F2 wave 256 de 82l del año 2000 que se encontró mi novia en la basura (de ahí su nombre*). Todo esto lo digo simplemente para poner en evidencia que hay material antiguo muy bueno y no hay que tener protos del año que viene para navegar mejor.

Ese primer ratito con tabla de olas me supo a gloria; hacia meses que no la metía en el agua y todavía recordaba las sensaciones, salía de todas las trasluchadas con velocidad, saltaba con mucha facilidad y, sobre todo, iba fuerte pero cómodo.

Pasé un buen rato disfrutando del mar tan agitado y divertido… pero aquello subía y subía! Ya cuando entró mi amiga Susana me estaba costando cerrar bien la vela, pero como todavía medio me salían las trasluchadas (soy muy malo trasluchando pasado de vela) aguanté otro poco más hasta que ya di dos bordos con la vela completamente abierta y rezando por no comerme el material. Bajé a 4,7 (aunque más por probar la Loftsails Wavescape a la que también tenía ganas – creo que es la vela más bonita que tengo – que porque fuera mejor que 4,3) y pasé otro rato muy bueno rodeado de amigos que habían ido llegando (y es que los que habían llegado conmigo ya se habían ido…)

Al poco, y ya empezando a notarme cansado, tuve que salir a cambiar de tabla porque filomena iba demasiado loca y con el mar tan desordenado estaba viendo que en una de esas me iba a hacer daño; así que metí  la RRD wavethruster 76l con la que ya estuve hasta que terminé la sesión, con las manos destrozadas y a eso de las 18.30…

Al final me llevo un sonrisón por haber navegado con tantos amigos (hasta mi amigo Maxi que venía desde Qatar a pasar aquí unos días), varios saltitos muy resultones, muchas trasluchadas muy finas, mogollón de bordos a mil y una pájara que me estaba dando al terminar de las horas de agua que me había metido en el cuerpo…

#soydefidias #fidiasentrena #windfidiasteam

(*) fricada de los fraggles

Fotos gentileza de Piero y su mujer, que tienen palco presidencial en Valdelagrana

 

Una de aletas

Me he decidido a escribir una entrada en nuestra web para daros una charlita muy corta inspirada sobre todo en los problemas que tenemos muchos a la hora de entender la importancia de las aletas. También puntualizar que esto que escribo es mi punto de vista personal que he desarrollado después de leer, observar, y sobre todo, experimentar con distintos equipos. Está realmente dirigido a aquellos que empiezan, por lo que no entraré en tecnicismos ni en detalles porque no quiero aburrir al personal 😉

Las aletas son muy similares a las velas en su función y en su comportamiento. Su forma y su tamaño son relativamente diferentes, obviamente, pero la razón es simplemente porque trabajan en el agua, no en el aire, y las propiedades mecánicas del agua son diferentes. Como las velas, las hay más o menos potentes, más o menos rápidas, más o menos maniobrables… y suelen estar hechas de distintos tipos de resina y/o distintos tipos de carbono, pero en eso sí que no voy a entrar aquí porque, aparte de que no entiendo mucho del tema, si empezara no terminaría nunca. 

Una de las funciones más importantes de las aletas es la de levantar la tabla del agua para reducir su fricción y poder salir a planear. A grosso modo y sin tener en cuenta el ángulo de ataque y de salida de la aleta, cuanto más larga y más ancha (más superficie en contacto con el agua), más potencia tendrá y a la vez menos velocidad porque hará más fricción con el agua. Si vemos el caso de las tablas de olas con múltiples aletas, nos cuesta más salir al planeo con ellas precisamente porque las aletas son cortitas y entre ellas suman mucha superficie en contacto con el agua. Si a una de esas tablas le pusiéramos una sola aleta más grande saldríamos mucho antes a planear e iríamos más rápido.

La maniobrabilidad de una aleta se la da su forma. También muy en términos generales, cuanto más curva tenga la aleta en general (sobre todo en su borde de salida) más maniobrabilidad tendrá. Su rigidez también es importante, de forma que una aleta rígida será menos maniobrable.

Con estos simples conceptos ya podemos entender, por ejemplo, por qué las aletas de freeride (o estilo libre) son relativamente estrechas, largas, flexibles y con un poco de curva: para ofrecer prestaciones en un amplio rango de situaciones.

Realmente lo más importante es que el conjunto de vela, rider, tabla y aleta(s) tengan un buen equilibrio para que podamos disfrutar en la modalidad que sea y salir del agua con una sonrisa, que es de lo que se trata. La botavara, el mástil y demás accesorios son importantes también pero lo son sobre todo para aumentar el confort y la eficiencia del equipo (como bien sabemos los que empezamos a navegar en los años 80-90). 

Para hacernos una idea de qué aleta elegir tenemos que entender que deberá ser proporcional a la vela y a la tabla (sobre todo a la manga de la tabla, como veremos en un momento): cuanta más vela, más tabla, y por consiguiente más aleta también. Esto se debe a que cuanto más grande es la vela, más fuerza tenemos que ejercer con nuestro cuerpo para aguantarla. Parte de esa fuerza la ejercemos con nuestro peso colgándonos de la botavara, pero otra parte muy importante viene del empuje que realizamos con los pies contra la tabla, y si la aleta no es lo suficientemente grande no podrá agarrarse al agua de forma eficiente y hará spinout.

Si lo que queremos es velocidad en un rumbo determinado, como ocurre en la modalidad de slalom o speed, procuraremos llevar la aleta más pequeña que podamos (minimizando la fricción) que tenga la suficiente potencia para que nos permita no perder el planeo en las trasluchadas y llevar velas más grandes. Estas aletas tienen bordes de ataque y de salida mucho más rectos y son relativamente rígidas, lo que las hacen más rápidas y poco maniobrables.

Como decía antes, la manga de la tabla es particularmente importante simplemente porque nos da el punto de apoyo sobre el que empujamos con los pies. Si la tabla es muy ancha y tenemos los pies en el canto (como en el caso de las tablas de fórmula o slalom) una aleta muy pequeña no podría con nuestro empuje y perdería tracción, con lo que haríamos spinout. 

Como contraste, si llevamos una aleta demasiado grande para el conjunto de tabla y vela, también nos encontraremos con problemas porque la aleta tendría demasiada ‘potencia’ y no podríamos controlarla con nuestro empuje a través de los pies, con lo que la tabla se levantaría demasiado del agua y es fácil perder el control. Caídas en estas situaciones pueden ser peligrosas ya que suelen pasar cuando vamos rápido o hay mucho viento.

Por ahora nada más, ya sabéis que podéis dejar comentarios a través de los que podemos ver casos más específicos o preguntas que tengáis, pero ya os digo que este tema da de sí una barbaridad 😉